Escribir como terapia

 

 

Hace poco hacía limpieza de casa, en vistas a una próxima reorganización de espacios. Entre los  muchos cachivaches que encontré olvidados en el fondo de armarios y rincones varios apareció una caja que no había abierto desde hacía años: contenía las libretas de mis viejos diarios de adolescencia. Estuve un buen rato releyendo aquellas páginas y recordé lo mucho que me ayudaron en aquellos momentos de mi vida, las angustias que después pasaron, los deseos que se cumplieron para bien y los que no se cumplieron también para bien… Lo premonitorias que parecían algunas palabras y las ansiedades que descargué en aquellas páginas antes de hacerlo sobre otras personas que nada tenían que ver con ellas. La paz que encontré en la escritura y el aprendizaje para todo lo que vino después…

Estos días estoy escribiendo mi carta a los Reyes Magos, costumbre que he conservado desde niña ininterrumpidamente. Ahora le añado fotos e imágenes que encuentro en Pinterest y «aledaños» para potenciar mis intenciones.  Al final de la carta siempre escribo «que sea para el mayor bien, esto o lo que consideréis mejor…», para dejar   abierta la puerta a la posibilidad y desprenderme del control. Y les agradezco de corazón sus regalos antes de que los descarguen de sus camellos… 😉

Hay algo poderoso en escribir, sea lo que sea...

Escribir fija y estructura nuestro pensamiento, aclara nuestras intenciones, nos ayuda a conocernos, facilita la comunicación con otros. La historia humana cuenta desde que comenzamos a escribir (a todo lo demás le llamamos Prehistoria) y no sólo porque así hemos conservado un registro de los acontecimientos (que también cuenta), sino porque escribir nos ha hecho evolucionar como especie, como seres humanos. Suelo decir que entre los regalos que me ha dado la vida en forma de aprendizaje, uno de los que más agradezco es saber escribir (otro es saber nadar). Un montón de experiencias extáticas de mi vida se las debo a estas dos destrezas. De hecho, guardo un especial agradecimiento hacia todos los maestros que me han enseñado cosas, venero a quienes han dedicado su tiempo a hacerme mejor persona en todos los ámbitos de la vida.

Muchas de las personalidades más creativas que han trascendido por sus descubrimientos y logros solían escribir sus intenciones en forma de diario o listas.

Hay una diferencia substancial entre aquellas personas que escriben a menudo y las que no. De hecho, yo misma he comprobado cómo me ayudó durante muchos años  y que el tiempo en que he estado más desconectada de mi verdadera esencia coincide con los años que abandoné la escritura creativa para centrarme en otras cosas… Al recuperar la escritura he recuperado mi libertad interior (escribir un blog me ha ayudado a ello…¡y mucho!), he vuelto a creer en mi misma y a orientar mi vida.

Este nuevo año he reiniciado la escritura de mi diario personal y el de sincronicidades (te hablaré de ello en un futuro post). También he abierto dos nuevos mini diarios: el diario de logros (donde quiero seguir practicando la Gratitud) y el diario de sueños. Parece que la escritura es uno de los «focos» para mi en este 2017… He utilizado preciosas libretas que me agencié en el último Festivalet de Barcelona (la papelería bonita es una de mis debilidades, ¡qué le vamos a hacer!). Para mí escribir es todo un ritual y los rituales merecen una buena puesta en escena. Todo lo que lo rodea ha de estar cuidado, porque para mí es un tiempo sagrado.

Y tu ¿escribes un diario personal? ¿Ya has escrito tu carta a los Reyes Magos? Me encantará saber de tus aventuras escritoras en los comentarios.

¡Que los Reyes te traigan lo mejor para ti!

Feliz y Mágica Noche de Reyes.

 

 

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4 comentarios

  1. Estel Feliz 2017!
    Que sepas que me encanta leerte. Yo como tu, desde pequeña y sin faltar un sólo año escribo la carta a los Reyes, en casa es una tradición sagrada, creo que esas pequeñas ilusiones no debemos perderlas nunca

    Sobre escribir, te doy toda la razón, en mi caso yo lo sumo el dibujar, que es muy liberador. Dibujo lo que siento y lo que veo, sin pensar, sin ningún objetivo, a lo que mi mano quiera e igual que tu, el tiempo que lo dejé de lado ha sido el que más desconectada he estado de mi verdadero yo. Bienvenidas las buenas costumbres retomadas.

    MUAC!

  2. Que bonito Estel! Yo siempre he tenido una atracción especial por las libretas los cuadernos y por los lápices bien afilados. Al leer tus palabras aquí todo ha cobrado sentido. Me encanta llevar un cuadernito en los viajes y escribo algunas anotaciones que me ayuden despues a recordar sensaciones. Cuando me lio o me pierdo en miles de cosas de la vida, escribir algo, una lista o un pensamiento y eso siempre me ha ayudado. Un beso enorme!!!

    1. Seguro que esa buena costumbre tuya, Ana, te ayuda incluso a hacer mejores fotos, pues toda herramienta creativa apoya nuestros talentos. ¡Y tu tienes uno muy grande con la cámara! Te deseo lo mejor en este nuevo año,que sigas escribiendo bonito y haciendo fotos como solo tu sabes. Besos cariñosos y un gran abrazo! 😘

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