Si me has seguido por Instagram últimamente habrás visto la presentación que he hecho de los personajes de la novela, recreados con tecnología AI (Inteligencia Artificial). Todo comenzó como un juego, tras conocer el trabajo que mi colega Mariana Vernieri hizo para crear las imágenes de sus propios personajes en su novela Ermessenda. Ella me guió a través de este interesante y desconocido mundo para mí de la inteligencia artificial aplicada a la creación, y más concretamente como recurso para los escritores.
Mi tendencia a lo visual quedó maravillada por las posibilidades que las herramientas de AI ofrecen a quienes imaginamos mundos paralelos. Desde pequeña me gustó mucho ilustrar a mis propios personajes.
Utilicé la aplicación Discord brevemente, en su versión gratuita temporal. Después probé AI de Apple y finalmente estoy trabajando con una versión gratuíta bastante solvente llamada Cutout.pro. Adquirí la versión de pago de FaceApp para acabar de pulir los rostros generados. Es un proceso que me encanta, pues veo literalmente cómo los personajes que imaginé en su momento «salen» de mi cabeza, adquiriendo los rasgos que yo describo en el relato.
Cuando preparaba Elia de Montsegur, creé fichas de personajes con fotos recortadas de aquí y de allá. Algunos personajes estaban basados físicamente en personas reales; otros eran totalmente imaginarios, definidos por el papel que cada uno jugaba en la trama. Creé las imágenes artificiales a posteriori, cuando ya tenía la novela publicada
Ahora he comenzado a barajar la posibilidad de utilitzarlo también a la hora de preparar futuros proyectos. Creo que puede enriquecer y hacer más coherente el diseño de los personajes, tenerlos frente a ti visualmente y ayudarte a hacerlos más tangibles.
Ahora los recojo aquí en blog para que lectores de la novela actuales y futuros puedan enriquecer también su experiencia recreando el mundo de Elia de Montsegur.
Como se suele decir, no están todos los que son, pero si son todos los que están.
He hecho una galería de los personajes protagonistas, aquellos que tienen un papel más destacado en la trama.
En la novela hay un compendio bastante amplio de personajes, muchos de ellos históricos. Al final del libro puedes encontrar una guía del Clan de Perelha, todos los personajes reales, para ayudar a situar sus relaciones con el resto del elenco.
Si te gustaría ver algún otro personaje de la novela recreado o quieres expresar tu opinión respecto al uso de esta herramienta en la literatura, no dudes en dejar tus comentarios aquí abajo.
¡Prometo contestarlos todos!
Que pases una linda semana.
ELIA DE MONTSEGUR
GALERÍA DE PERSONAJES
Elia es un personaje donde se unen realidad y leyenda. Alguien a quien las páginas de la historia no puso nunca rostro ni identidad, pero al que evocan algunas rondallas populares del folklore occitano entorno a los hechos de Montsegur. Novícia cátara, nacida con un don extraordinario y bajo el signo de una antigua profecía, su destino se ve unido indefectiblemente al del último baluarte cátaro en la Occitania del siglo XIII: El castillo de Montsegur. Y también al del ladrón buscador de tesoros al que se enfrenta en un violento encuentro al inicio del relato, Balder Baarson. Elia comparte ese destino, además, con otro personaje apenas esbozado en el prólogo de la narración, una joven enfermera del siglo XXI cuyo nombre es Sara. Tendrás que avanzar hasta el final del relato para conocer de qué manera se entrelazan ambas historias.
De origen noruego, mercenario a sueldo del mejor postor, este joven pillo y busca-vidas aterriza en la vida de Elia de manera brusca e inesperada. Es el personaje que, a mi entender, más evoluciona dentro de la novela y no puedo disimular mi debilidad por él. No me lo puso nada fácil, pues parecía adquirir vida propia mientras lo creaba y decidió de manera muy determinada su destino en la trama, casi en contra de mi propia voluntad. ¡Hasta ahí llegaba su terquedad! Tampoco se lo pone fácil a Elia, la protagonista. Su personalidad magnética y arrolladora llega para poner del revés el ya frágil universo de la joven novicia cátara. La relación entre ambos irá evolucionando al ritmo de los acontecimientos de la Montaña Sagrada.
Mentora y amiga de la infancia de Elia, Josephina Saumel es una iniciada cátara residente en el castrum de Montsegur. Posee un notable conocimiento de las plantas remedieras, que transmite a su joven pupila. Le acompaña a través del relato como una suerte de hermana mayor, a veces demasiado severa, otras más benevolente y siempre amorosa.
Personaje ficticio que recrea la personalidad de una dama occitana y credente. Su papel, además de ejercer de madre accidental de la protagonista, es el de acoger su «ostal» a otras mujeres que han liberado sus cadenas para decidir sobre su destino, como la propia Josephina Saumel. Una mujer curtida por su pasado, que espera revelear mucho más de lo que en un primer momento acontece a los ojos de la protagonista.
Personaje histórico, ejerció como líder espiritual de la comunidad cátara de Montsegur tras tomar el relevo del legendario Guilabert de Castras. A él se le atribuye la frase » El laurel reverdecerá al cabo de setecientos años». Su papel fue determinante durante el último asedio perpetrado contra los bonshomes y bonesdones refugiados en el castillo de Montsegur, propiedad de la familia de Perelha.
Papel antagonista principal de la novela. Este fraile dominico -personaje ficticio pero basado en el perfil del típico inquisidor de la orden Tolosana-, es un miembro destacado de la Congregación de los Padres Predicadores, a los que se les otorgó la oscura y deleznable misión de convencer, para luego perseguir, juzgar y ejecutar, a los iniciados e iniciadas en la fe cátara. La palabra «hereje» (literalmente, «el que elije»), fue acuñada por esta orden y se convirtió en sinónimo de cátaro durante un largo periodo de la Edad Media europea. Arnau es un personaje lleno de sombras y contradicciones internas, atormentado, cuyo odio hacia los cátaros ha llevado al terreno personal. Ejecutor implacable a la vez que títere de las altas esferas eclesiásticas.
Este personaje está basado en otra personalidad real e histórica, de la que conservamos pocos datos. Su presencia fue corroborada por los testimonios que prestaron declaración tras el asedio de Montsegur, aunque hubieron contradicciones y voluntad de ocultad su verdadera identidad entre sus vecinos de Montsegur. Compartió parte de la infancia de la protagonista, para después tomar los votos de los iniciados en Montsegur. Poseedor de un fadar, al igual que Elia, astrólogo y gran intuitivo, ejerce de mentor de la novicia junto a Josephina. Alberga hacia Elia una suerte de amor platónico.. Juntos se enfrentarán al último desafío en la Montaña Sagrada.
Huc Peitaví comparte junto a Amelh Aicart el ser personaje histórico, vinculado a la leyenda de Montsegur, también protegido por los vencidos del castillo a los que la inquisición quiso arrancar declaración. Su personalidad ha sido recreada, pues tal y como ocurre con Amelh, el secretismo alrededor de su identidad es notable. La razón: su presencia e intervención en uno de los episodios más interpretados y famosos de la historia de Montsegur.
Raimón de Perelha fue co-señor de Montsegur junto a su yerno, el desposeído Peire Rotger de Mirapeis. Su familia ostentaba unas hondas raíces cátaras, especialmente intensas entre las matriarcas del clan. Recibió de la casa de Foix la potestad sobre el castillo, en un principio retiro femenino de las iniciadas en la fe, y también el encargo de ponerlo al servicio de la causa cátara en tiempos aciagos. Gobernó la comunidad de Montsegur en el más duro de sus episodios, junto al Hermano Mayor Bertrán Martí. Las crónicas recogen con meridiana claridad sus enfrentamientos con su yerno, Peire Rotger, más expeditivo que el viejo patriarca contra el acoso de la Inquisición y la amenaza francesa contra su heredad.
Señor «faidit» de Mirapeis -hoy Mirepoix- perdió su heredad a causa de las simpatías de su clan con los cátaros. Sin embargo, su personalidad militar pronto se desmarcó del pacifismo de los bonshomes y se centró en recuperar sus dominios a toda costa, aliándose con la casa de Perelha. Se casó con la jovencísima Philipa, primogénita de Raimón de Perelha, con la que tuvo un hijo, aunque ya aportó al matrimonio otro jovenzuelo, hijo extramatrimonial cuando todavía estaba casado con su primera esposa. Su intervención en los hechos de Avinhonet desencadenaron una serie de acontecimientos funestos que desembocaron en el asedio a Montsegur.
Philipa era una adolescente cuando la desposaron con Peire Rotger de Mirapeis. Hija mayor de Raimón y Corba de Perelha, aceptó su destino como lo hicieron tantas otras mujeres de la baja nobleza occitana y europea de la época. Su matrimonio no fue más que un acuerdo para reforzar la resistencia de los señores occitanos amenazados por la Inquisición y la corona francesa. En el relato, aparece como amiga de Elia, aliada en sus correrías adolescentes a la vez que madre y esposa sufriente. Su personalidad histórica fue importante, pues de sus declaraciones ante las autoridades inquisitoriales -y también de todo aquello que supo ocultar- procede gran parte de la información que hoy en día contamos sobre el asedio a Montsegur y las hipótesis que crearon la leyenda.
En la documentación que encontré sobre el asedio de Montsegur se habla de pocos niños, pero entre ellos se destaca la presencia de Esquieu. Hijo de Philipa y Peire Rotger, contaba entre cinco y siete años en el periodo histórico que fue desde que Bertran Martí tomó el mando de la «glésia» de Montsegur hasta su desenlace. Seguramente compartió su vida en el castillo con otros chiquillos, hijos de soldados, y primos de la casa de Perelha y otros señores faidits con los que estaba emparentada su familia. Para ellos fue especialmente difícil la experiencia de vivir en una apretada cresta montañosa, bajo constante amenaza y represión, así como un duro y largo asedio culminado con uno de los episodios más sombríos de la historia de Occitania.
En esta galería de personajes no podía faltar Galerna. Nacida en los establos del Mas de Caussó, de la también cátara familia de Planissoles, se trata de una yegua de Merens. Esta es una antigua raza de caballos pirenaicos, fuertes y robustos, de espeso pelaje, que tradicionalmente se emplearon para la carga y el transporte. La mayoría de ellos son de color negro, como la propia Galerna. Es un personaje que, a su manera, también evoluciona a través del relato y va ganando protagonismo hacia el desenlace final. Compañera inseparable de Elia, propicia inolvidables momentos a su dueña en el enclave montañoso donde esta busca refugio. Hoy en día todavía pueden verse ejemplares en este valle francés del departamento del Arieja.