La cultura japonesa me fascina cada día más. He tenido pocos pero intensos contactos con ella a través del Reiki y también algunos encuentros personales inspiradores. No he visitado Japón, pero lo hago a menudo en sueños… Y sé que un día, tarde o temprano, pondré mis piececitos en ese hermoso país, . Una de las cosas que más me gustan es la propia lengua japonesa, reflejo de su filosofía de vida y de su visión de la experiencia humana y de la naturaleza.
Hace poco descubrí el término Ikigai, a través del relato de un ingeniero alicantino, Héctor García, que investiga la filosofía de vida detrás de la aldea más longeva del mundo, Ogimi, al norte de la isla de Okinawa.
Ikigai es una palabra que podría traducirse como «la razón por la cual te levantas cada mañana»... Es la base de la vida en Ogimi.
Los centenarios habitantes de Ogimi se mantienen activos a través de sus quehaceres diarios y raramente se dedican a una sola actividad a lo largo de su extensa vida. Todos tienen un huerto donde cultivan sus propias hortalizas y practican el moai -otro bello término japonés-, que consiste en apoyarse unos a otros en su vida comunitaria. Respiran aire puro, comen mucho pescado y cultivan unos sanísimos limones que los mantienen libres de radicales libres en su sangre -la población actualmente es objeto de estudios médicos que tratan de descifrar el secreto de su larga y buena vida-. Los ancianos de Ogimi, afirma Héctor García, ni siquiera parecen ancianos. No sufren ni de cáncer ni de enfermedades del corazón, llegan con una piel blanca y envidiable al final de sus días, manteniéndose vigorosos gracias a su alimentación, la calidad del aire que respiran y un ejercicio moderado -básicamente, caminan y cultivan sus huertos-.
El ikigai supone disfrutar de los pequeños placeres de la vida, contribuir al bienestar comunitario, ser amable, atento, cultivar la ilusión a través de proyectos compartidos, de creaciones del alma…
Katsushika Hokusai, pintor japonés también longevo del siglo XIX dejó impresa la filosofía del ikigai en sus obras, especialmente en su serie del monte Fuji.
Algunas de las perlas de Hokusai sobre el secreto de una larga y buena vida:
«El secreto para no atormentarse con la edad está en los dedos… Si sigues moviendo tus dedos trabajando, llegarán a los 100 años».
«Mi secreto para una vida larga es decirme: Despacio, con calma. Sin prisa se vive mucho más».
«Sonríe y abre tu corazón. Reírse, reírse es lo más importante. Allá donde voy, me río.»
No desaproveches un momento esta semana para reír, como hacía Hokusai. Y mantén tus dedos en movimiento haciendo aquello que te ilusione, como en Ogimi, por pequeña cosa que te parezca eso que te hace perder el tiempo de vista y sentirte feliz.
Ikigai!
7 respuestas
Me ha encantado tu artículo y haber descubierto la palabra «Ikigai» ha sido inspirador… Todas las lenguas deberían de tener una palabras para referirse a estas cosas tan importantes de la vida, todo sería diferente. Sigue escribiendo así de bonito 🙂 Muuuua!
Siempre me pareció muy interesante la cultura japonesa. Me parece algo tan diferente a Occidente que me da mucha curiosidad. La medicina china tiene tantas respuestas por ejemplo y nosotros no las conocemos. Tienen muchas respuestas a preguntas que desde este lado del mundo ni las formulamos todavía.
Muy lindas las imágenes que acompañan tu post!
Te mando un beso!
Hay que ver cuantas cosas desconocemos, no tenía ni idea. Yo sueño también con Japón, me fascina y horroriza por partes iguales, es una relación amor-odio sin razón, pero me encanta que nos descubras historias tan bonitas, Es un placer visitarte siempre.
Que lindo aprender estas cosas 🙂
Como tu, me encanta la cultura japonesa. Después de mi viaje por Japón pude ver y aprender sobre muchas de sus tradiciones y rituales, algo impresionante y totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados. Tienen una forma diferente de ver las cosas, que sin duda vale la pena descubrir e integrar de alguna manera en nuestro pensamiento y forma de ver la vida.
Un beso grande!
Que bonito por favor!! Un post precioso yo practico el Ogimi continuamente así que viviré un montón de años verdad? Mi madre siempre me inculcó que además de una carrera había que aprender hacer algo con las manos , decía que en época de maldades salir adelante teniendo una herramienta propia era de vital importancia en la vida., como tener un as bajo la manga. Curiosamente ahora vivo de mis manos y mi creatividad … bueno en eso estamos. Muchas gracias por tan bonito post.
Qué maravilla ver que todavía existen lugares y culturas así. Yo también estoy deseando visitar Japón y el sudeste asiático. Mientras tanto me contento con leer sobre su cultura y disfrutar de tus explicaciones. Por si acaso voy a seguir tomando limón en ayunas todas las mañanas (limones que crecen en nuestro jardín) y participando en blogirlsdospuntocero, una comunidad con agradables puntos en común con la moai.
Realmente todos los día se aprende algo nuevo en ésta vida, porque yo no tenía la menor idea del término ikigai y lo que había detrás de él. Gracias por compartir!