Betas de oro
Desde hace siete años mi lugar de veraneo se sitúa en la preciosa isla de Menorca. Esta isla mediterránea, a apenas 20 minutos en avión desde Barcelona, tiene la maravillosa capacidad de renovar el alma. Al menos es esto lo que a mi me sucede cuando estoy allí: su mágica luz, el ritmo pausado de sus habitantes, sus beatíficas calas de agua azul «pomada», turquesa o mint… El calor, las