Nuevos Comienzos

Aquí estoy de vuelta, tras un largo parón más que justificado. Y és que he estado muy enfocada en el manuscrito de mi novela, determinada a acabarla antes de que expirara este 2021. Después de tantos años, el confinamiento propició que la creatividad se avivara en mi y dedicara más tiempo al manuscrito. Hoy por fin puedo anunciarte que ya lo acabé y estoy por sí sólo ya es hoy, un 31 de Diciembre de 2021, ¡un motivo de celebración doble para mí!

Este año 2021 tuve la oportunidad de inscribirme a Manifiéstalo, un programa de coaching que desde hacía tiempo me hacía “tilín”, de la mano de Maïte Issa. Conocí a Maïte en el podcast de Charuca, donde entrevista habitualmente a personas que se han atrevido a ir más allá, emprendedoras, creativas –la mayoría de ellas, mujeres- , con historias inspiradoras de superación y transformación. Mencioné a Maite brevemente en el post Manifestando una nueva etapa. Entonces no sabía –pero sí intuía- que se convertiría en una gran mentora para mí.

Desde pequeña he cultivado el contacto con mi intuición y la espiritualidad. De niña para mi era natural conversar con mis ángeles y guías y no te descubro nada nuevo si te digo que Jesús es mi referente, mi Maestro Espiritual incontestable. Pero andaba algo desconectada de todo ello en estos últimos tiempos. A pesar de seguir escribiendo y de haber dado una nueva vuelta a este blog, me veía algo distanciada de esa voz que en el pasado tanta luz había aportado a mi experiencia y que me hacía sentir tan acompañada.

En esas estaba cuando escuché a Maïte hablar de su programa  Manifiéstalo y de otras formaciones que realizaba, orientaba a estimular ese lado creador nuestro y a empoderarnos para hacer realidad nuestros sueños. ¡Al escucharla hablar parecía que de fondo sonaba música celestial! Me inscribí a algunas formaciones de corta duración y gratuitas que ella ofrece y me hice seguidora fiel de su podcast, “Tu éxito es Inevitable”.

En verano lancé una llamada desesperada al Universo. Algo tenía que cambiar de manera RADICAL en mí. No estaba realizando mis sueños más elevados, aquellos que hacían cantar mi alma de niña. Me sentía dando vuelta en una espiral absurda, en una vida que se había instalado en la comodidad. Además, se había sumado el problema de salud, el ruido molesto en mi oído.

A pesar de que desde que tomé el camino de la docencia comencé a encontrarme más cómoda, más cerca de mi elemento, noto desde hace tiempo que mi alma me dice que he de dar un nuevo giro de volante para liberarme de viejas creencias y miedos. Y que , sobretodo, he de reformular la manera en que me expreso en el mundo a través de mi vocación. Mi alma me dirige hacia un nuevo destino. Sé cómo quiero sentirme en él y ése es mi GPS, aunque todavía no he perfilado la forma que esto va a tomar. Se trata de un nuevo estilo de vida, más cerca de mi autenticidad, mi Ser.

Somos seres en constante evolución…

Creo que por primera vez escuché con claridad esa voz antigua a la que había dejado un poco arrinconada. He aprendido a lo largo de los años que esa voz te puede llegar a gritar si no la escuchas. Me tomo muy en serio su toque de atención, porque sé que lo siguiente a su silencio no me va a gustar… No por venganza ni nada de eso, sino porque me advierte del peligro de seguir “sólo existiendo” alejada de mi centro, de mi propia alma. Y yo lo que quiero es vivir, en plenitud, no limitarme a existir.

Así que confié en que, de alguna manera, podría reunir el dinero suficiente para formar parte del programa de Maite Issa, llegado el momento. Manifiéstalo se convoca una vez al año. Estaba a principios de verano y todavía no había fecha para la nueva edición. En septiembre por fín Maite anunció que sería a principios de Octubre.

En esos meses logré ahorrar algo de dinero, pero no me llegaba para la inversión total. Confié en mi instinto y en lo aprendido en el taller de Abundancia al que me apunté antes de Manifiéstalo. Comenzaron a pasar cosas y yo me reconcilié con la Magia.

No sólo pude pagar las cuotas de la formación, sino que a partir de ese momento mi cuenta corriente comenzó a sanearse, después de mucho tiempo desde que estoy empleada a tiempo parcial como maestra. Comencé a experimentar casualidades, a recibir ventajas inesperadas, que me hacían ahorrar  o conseguir dinero no previsto, regalos, descuentos, pagas pendientes desde hacía años…

La situación financiera en mi hogar mejoró. Esto me demostró que estaba en el camino correcto. Lo que me había parecido casi imposible a principios del verano se manifestaba como real en Octubre.

Y además, acabé mi novela tres días antes de comenzar Manifiéstalo. Todo me pareció demasiado “causal”, demasiado mágico para ser fruto del caos…

No puedo describir con palabras lo que sentí al tener mi manuscrito acabado. ¡Lo celebré con gran alegría con mi familia! Simplemente, había llegado al final. La historia se cerró, de una manera tan fluida que si me lo dicen hacen meses no me lo creo. Había buscado ese final y no se representaba en mi mente. Y llegó, al fin, con claridad meridiana. La historia volvió a tomar esa vida que se reveló al inicio de su escritura. Es la sensación que tengo cuando estoy alineada, cuando escribo con el corazón y la mente abierta. Como dice Elisabet Gilbert, cuando acepto que no soy YO SOLA la que escribe y que el mérito no es SÓLO MÍO. Me dejé llevar… y la historia se realizó.

REVISANDO LA NOVELA

Yo, como dice mi admirada Gilbert, cumplí mi parte. Me puse a la labor. Me comprometí con mi sueño. Estuviera o no inspirada, me colocaba delante del teclado a escribir. Aproveché lo aprendido en un curso de gestión del tiempo para creativos, elaboré un plan, me organicé y lo cumplí. Me reservé tiempo para el descanso y para la creación. Lo compaginé con mi actividad laboral en la escuela y mi vida cotidiana. Adquirí el hábito de consagrar la práctica. Esto es: hacer una pausa antes de escribir y alinearme con mi Ser Superior, poniendo en sus manos la creación. Me decidí a no sentirme nunca más sóla en esta empresa, a CONFIAR que existe algo más allá de nosotros que colabora con nuestra creación y que SE COMPLACE en ella.

Al hacer todo esto, la escritura del libro se aceleró de manera notable.

En estos momentos, ya acabada la formación de Manifiéstalo –aunque una vez formas parte de ella, no se puede decir que acabes nada… si no que empiezas un nuevo camino- e impreso el manuscrito, me encuentro en periodo de revisión por parte de mis “lectores fieles”: Daniel, mi hermano y mis cuñados, Raquel y Vicenç. Raquel es una gran lectora, por lo que confío en su criterio. Y Daniel, aunque no tan lector, presta mucho atención a los detalles y es un genio de los números. ¡Es increíble su facilidad para localizar erratas en la escritura relacionada con las matemáticas!

Ahora se despliega un terreno inexplorado ante mí. Y me encuentro en ocasiones abrumada y en otras, con la emoción de quien parte hacia un viaje maravilloso.

Una de las cosas que he aprendido en Manifiéstalo –he descubierto tantas que necesitaría unos cuantos posts más para explicarlas, dame tiempo…- es a vivir cómoda en la incertidumbre. En esta época se ha desatado la ansiedad en el mundo occidental por el gran número de variables que no podemos controlar. Durante años hemos mantenido la ilusión de que manejando esas variables, podíamos predecir o provocar ciertos resultados… La pandemia ha descorrido el velo de esa ilusión. En otros tiempos, las personas convivían con la incertidumbre, sin saber si llegarían al día siguiente, si comerían, si les atacaría un ejército, si desvalijarían su aldea, si una catástrofe natural las borraría de la faz de la tierra o si una enfermedad nueva diezmaría el pueblo donde habitaban. No se permitían el lujo de sentir ansiedad por lo desconocido, lo incontrolable. El día a día les exigía vivir de manera más práctica.

Poco a poco, a través de nuevos hábitos, de la práctica mental que he adquirido en Manifiéstalo, del autoconocimiento, voy a aprendiendo a convivir con la incertidumbre.Y otro gran regalo de esta formación ha sido conectar de nuevo con mi Guía Interna.

“Confía”, me llegó el otro día cuando me encontraba ante el desconocimiento del mundo editorial, sin saber qué paso debía dar una vez había registrado los derechos de mí novela. Mis guías me regalaron esta palabra. Literal. Me llegó la noción de que era una especie de anclaje, que podía repetirme a mi misma para recuperar la calma cuando la incertidumbre llamara a la puerta. Y tras meditarlo, unos instantes después abro Instagram y me sale una taza de la ilustradora Lucia Be con la palabra “Confía”. ¡Escalofríos!

Esa taza está hoy presidiendo mi mesa, frente a la pantalla del ordenador, mientras escribo estas lineas. Mis guías han querido dejar bien patente que esa voz interior es tan real como la vida misma. “Y si crees que es producto de tu imaginación…¡toma esta taza!”

Me dispongo ahora a alzar el telón y mostrar mi libro al mundo. Mi mayor deseo: que sirva de inspiración a quien lo lea. Que de alguna manera, vibre con el viaje iniciático de la protagonista y que ese recorrido le haga desvelar sus propias preguntas, para conectarlo con una versión un poquito más elevada de sí mismo. Que el lector disfrute, en definitiva, de la manera que desee, con su lectura.

Yo he disfrutado mucho escribiéndolo.

Próximamente te iré desvelando más sobre la novela. De momento, una pequeña píldora. Su título: Elia de Montsegur.

Hasta pronto. Que tengas una linda semana y un feliz 2022, dispuesta a creer de nuevo en tus sueños.

om

Pintura de la serie Obras de Poder, de la artista Ofelia Miralles.

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2 respuestas

  1. Que padre leer que la novela se a terminado de escribir. Sin duda la pandemia abrió parte de nuestro interior en muchas personas en mi caso a refugiarme un poco en el dibujo, acuarelas e ilustrar poco a poco pero sin duda es un camino que he decido alimentar, así que comprendo muy bien lo que expresas esa voz que mencionas. Gracias por develar un poquito el titulo de la novela me ha agradado leerte tan positiva y sobre todo ver que un sueño esta por salir y concretarse por fin, lo mejor para ti.

    Me falto decir que esas coincidencias como con tu palabra confía, sin duda son señales que a mí me emocionan cuando se me presentan.

    1. Noemí, ya estoy esperando ver esos dibujos y acuarelas, que sin duda deben expresar la belleza y el buen gusto con la que haces todas las cosas. Respecto a la novela, espero avanzar en la corrección para poder desvelar un poquito más de ella en breve para las lectoras del blog. Realmente es algo indescriptible cuando estás presenciando el nacimiento de un sueño, se parece mucho a ese bebe delicado que rodeas de atenciones para que salga adelante de la mejor manera posible. Y también es en cierta manera un milagro. Respecto a las sincronicidades, me hacen no sólo encontrar ánimo en medio de la incertidumbre, sino seguir creyendo en la magia y en el poder que todos tenemos. Un abrazo!

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Soy Imma

Eterna principiante y buscadora incansable. En este lugar deseo ofrecerte herramientas para vivir la espiritualidad de forma práctica y creativa, inspiración y mucho más…

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