Foto: Lucía Molina
Mi camino en el Reiki ha pasado por recibir los diferentes grados hasta la maestría en la Línea Tradicional Usui, la asistencia de grupos de prácticas con otros terapeutas y maestros y también la aplicación en amigos y conocidos, haciéndolo compatible con mi profesión habitual -soy maestra de lenguas extranjeras-. Como maestra de Reiki me estrené realizando dos iniciaciones de Primer Grado.
Puedes ya saber algo sobre este antiguo método de sanación por tu propia experiencia y leyendo mi anteriores posts sobre el tema. Llevaba tiempo sin escribir nada acerca del Reiki cuando, «causalmente», como suele suceder todo, tuve contacto con un caso que me ha servido en bandeja algo que creo tenía pendiente de explicarte en profundidad.
Hace poco una amiga me comentó que conocía a alguien que había recibido Reiki hace un año. Durante aquella sesión tuvo una mala experiencia: perdió el control de su cuerpo y abandonó el lugar con una sensación muy desagradable. Aquel estado de inquietud se prolongó en el tiempo y experimentó negatividad en su vida, lo que comúnmente llamamos una «mala racha». La sensación de estar bloqueada emocionalmente le acompañaba y no sabía qué hacer para liberarse de ella. Por ello decidió contactarme para consultar cómo era posible que el Reiki pudiera perjudicar de tal forma.
Si ése ha sido tu caso y conoces a alguien que haya tenido una experiencia similar con un terapeuta Reiki, sigue leyendo.
REIKI ESTÁ CONCEBIDO A PRUEBA DE FALLOS.
Me lo repitieron una y otra vez mis maestros y suele ser un mantra en labios de Diane Stein en Reiki Esencial, una de mis lecturas sobre Reiki de referencia: Reiki está al servicio de la curación y su propia naturaleza lo hace incompatible con un uso nocivo. Aun así, puede que te haya pasado como a la chica del caso que te explico, que tras una sesión te hayas encontrado incluso «peor de lo que estabas» antes del tratamiento. Puedes haber experimentado fiebre, insomnio o al contrario, mucho sueño, mareos o un desasosiego inusual. Incluso puede que hayas tenido una crisis de llanto, que estés más sensible que de costumbre o estés haciendo una «limpieza corporal» no habitual en ti…
LA CRISIS CURATIVA
Reiki remueve los cimientos y actúa en niveles profundos de nuestro cuerpo y nuestra psique. Esta terapia entiende en sus bases al ser humano como un todo e incide en aquellos ámbitos que necesitan ser sanados. Es posible que vayas a una sesión buscando alivio para una lesión de rodilla, por ejemplo, pero al recibir la imposición de manos notes que otra parte de tu cuerpo se suelta, algo que también necesitaba ser sanado. O que es algo psíquico lo que está siendo tratado. Una vez se realiza la imposición de manos, el terapeuta permanece pasivo y es la propia energía Reiki la que «decide» dónde colocarse. He sabido de muchos casos en que ha pasado algo así: personas que han sanado de algo que desconocía que sufrían al haber recibido Reiki para otro fin.
Reiki se sitúa en la esfera de otras terapias naturales y, al igual que estas, al «remover» esas partes en desequilibrio, durante un tiempo, todo sale «a la vista» y se experimenta un cierto malestar. Suelo compararlo con algo bastante mundano, como es lavar una vajilla muy sucia: cuando comienzas a rascar, por unos momentos, todo va a peor. El agua está muy sucia, la grasa flota por doquier y no nos apetece nada continuar. Pero si insistimos, pronto vemos los resultados de una buena limpieza, aclaramos el agua y tenemos una vajilla reluciente.
El malestar no tiene que durar demasiado y no suele ser algo totalmente perjudicial, lo que podríamos calificar de «efecto secundario» en un medicamento químico. Es más bien fruto de ese desequilibrio, que no persigue otra cosa que hacernos consciente de esas partes que necesitaban «luz» y ser sanadas en nosotros.
¿VERDADERAMENTE HAS RECIBIDO REIKI?
Otra posibilidad es que ese «terapeuta» al que has acudido no haya practicado Reiki contigo. Suena un poco raro y no voy a entrar demasiado en ello, pero me consta que hay personas que practican terapias energéticas sin estar verdaderamente cualificadas o experimentadas y que NO TRANSMITEN REIKI, sino otro tipo de «energía» o su «influencia», por resumirlo mucho. Existen asociaciones de terapeutas a nivel nacional de Reiki para comprobar si el terapeuta está formado según la línea original y Tradicional Usui. Puedes consultar a ellas o pedir el consejo de alguien de confianza para recibir una sesión.
Si deseas informarte sobre terapeutas reconocidos, te recomiendo la Associació de terapeutes de Reiki si vives en Cataluña, o la Federación Europea de Reiki.
Foto: Lucía Molina
Lo que suele pasar es que la crisis curativa se pasa mejor con el Reiki. Es decir, en unas pocas sesiones, o sesiones más cortas, se puede sobrellevar mejor la crisis curativa -si la hubiera, porque no siempre ocurre y todo dependerá del estado en que se encuentre el paciente al comenzar el tratamiento-.
Reiki suele actuar de manera suave, no invasiva, y la mejora suele ser evidente al insistir en la terapia y al ser constantes.
Deseo sinceramente que ésa sea tu experiencia del Reiki si algún día te decides a provarlo.
¡Feliz semana!